Gracias al Programa Estatal COLIFLOR.ES (lema: ni un español sin pan, ni un borrachuzo sin Internet), he sido agraciado con una conexión que utilizaré para plasmar mis vivencias con el fin de regenerar moralmente este país de mierda.

martes, mayo 16, 2006

MUSCULOS Y TELEBASURA

A quién pueda interesar:

Reanudo mi actividad pseudo literaria de interés general para todas las personas cultas, de buen gusto y paladar, y con un mínimo de curiosidad morbosa por las miserias humanas en general y las mías en particular.
Si releéis los dos o tres últimos acontecimientos que han quedado plasmados en la red para vergüenza de mis improbables descendientes, comprenderéis la angustiosa situación en que me hallaba, y que por tanto justifica mi desaparición.
Ciertos detalles (nota clavada a mi puerta con lindezas del tipo ¡Cabrón! ¡Te vamos a matar! Fdo. Musclebodi………), acosos disimulados (tipo musculoso apoyado en mi ventana las veinticuatro horas del día……. Al cual para más cojones mis vecinos proveían generosamente de bizcochos, leche, y paté de fuá tras inquirirle el motivo de su pertinaz insistencia en permanecer allí plantado, y por último una horda de acreedores (gas, butano, bingo) que sabedores de mi incapacidad para abandonar mi domicilio, hicieron barricada a la puerta exponiendo cada uno sus cuitas a voz en grito, solidarizándose unos con otros, y de paso matriculándose varios de ellos y a varios de sus vástagos en el Musclebodi yim por afinidad……… cuando aparecieron varias cadenas de telebasura intentando comprar la idea de gente unida en solidaridad de impago a la puerta de un infeliz, sus penas, sus lamentaciones, los affaires que inevitablemente surgieron (las cosas a la puerta de mi casa unen mucho, todo se ve engrandecido, se ponen las piernas encima……), decidí que era el momento de emigrar, y aprovechando el revuelo causado por la oferta dos por uno en la inscripción del gim que el Borjita, en un arrebato de querencia y generosidad realizó, con el consiguiente cabreo de los que ya habían pagado la matrícula para todo el siglo que viene, unido al gozo de los que todavía no se habían terminado de decidir………. Sorteé piernas, evité codos, soslayé miradas sucias…….. me encontré para mi alivio en la estación de trenes……… y para mi congoja, con los bolsillos vacíos, si no contamos varios folletos de inscripción del musclebodi paradise.
Nunca hay que hacerse demasiadas ilusiones con la capacidad de comprensión de las tragedias ajenas de los revisores de trenes, por lo cual, mi viaje fue más bien una peregrinación que pasó por servicios de trenes, andenes abandonados (en alguna ocasión el tren no llegó a parar del todo), caminos de rastrojos, y buena voluntad de camioneros, hasta que finalmente llegué a mi destino, que a falta de mejor elección fue la casa de mi tío el del pueblo, tío mío hasta que la muerte nos separe, y no por falta de empeño del susodicho en renegar de este sanguíneo vínculo.
No dejé que me conmoviesen sus miradas de rencor ni esos ojos inyectados en sangre, ni siquiera el hecho de que se encerrase a cal y canto en la porqueriza aullando improperios y poniendo en duda su genealogía de aquí a san pedro. La necesidad convierte a los oídos más románticos en tapones de acero; con los míos no hizo falta buscar la piedra filosofal.
Así que mi último mes y medio ha sido un calvario de silencios gravosos (cuando menos), sutiles comentarios a mi linaje, y desaforados conatos de mi tío de hacer de mi un hombre “de bien” (cavar zanjas, sembrar coles, pisar uvas).
Una persona de mi sensibilidad artística, necesita de la bucólica siesta bajo la encina, la relación con los demás a través del mus, el flirteo con las mozas; actividades todas ellas del desagrado de mi tío…… han sido días duros.
Finalmente, y sin previo aviso, regresando una noche de las que canta el gallo a casa de mis parientes, observé que las puertas estaban cerradas, las persianas bajadas, y había desaparecido del lugar cualquier atisbo de vida humana o animal. Un grueso candado donde debía haber estado mi familia recibiéndome regocijada por mi ínclita presencia, me advirtió de que algo andaba mal.
Donde quiera que se encuentren mis tíos, solamente decirles que el tractor tuve que dejarlo abandonado a medio camino, porque se quedó sin carburante. Que pregunten a unos lugareños por el puente de Aranda (así me dijeron que se llamaba el sitio), que sabrán darles razón.
Y gracias al Pakito por venir a recogerme en la bicicleta de su hermana al Parque de las Hervencias, al que llegué transportado por unos personajes singulares que me dieron de fumar porros, y que como se me nubló la vista, aprovecharon para hurgarme los bolsillos………. Probablemente a estas alturas ya estén inscritos en el gimnasio.

Ya no hay nadie a la puerta de mi queo, creo que finalmente los de la telebasura consiguieron que firmaran un contrato, ya que en casa del Borjita su madre anda diciendo que su hijo hace bolos, y que yo sepa en el musclebodi nunca ha habido pista.

Me voy a dormir, estoy algo agotado, y además ahora tengo sábanas en la cama, este mail lo estoy escribiendo desde la habitación del Borja, que he convencido a su madre de que su hijo está haciendo un intercambio con uno de Málaga que se hizo rico hurgando en bolsas de basura, y hasta me da la paga los domingos.
Dios bendiga a la televisión de los tiempos que corren.