Gracias al Programa Estatal COLIFLOR.ES (lema: ni un español sin pan, ni un borrachuzo sin Internet), he sido agraciado con una conexión que utilizaré para plasmar mis vivencias con el fin de regenerar moralmente este país de mierda.

domingo, enero 08, 2006

Fin de semana con hallazgo singular

Acaba de terminar el fin de semana de Reyes, totalmente destroy, en el que conseguí pulirme todo lo ganado alicatando el jardín, lo cual tiene su lado bueno: ¡diversión! ¡drogas! ¡alcohol! ¡sexo! (bueno, esto último, casi). Claro que nada podía ser muy caro, porque había que estirarlo para los tres días, pero suficiente (el sexo, a mí siempre me lo dan gratis, cuando me lo dan).

Y el lado malo: como no trabaje un par de días de la semana que viene, corro el peligro de que me corten el gassss... sí, amiguitos, eso que hace que el agua de la ducha salga caliente, en esos raros momentos en que decido desprenderme de las capas de aislante extra que espontáneamente se generan sobre mi gentil persona. Y que si no fuera por las estúpidas críticas de esos capullos de fino olfato, conmigo seguirían.
Pues eso, que si ya me gusta poco hacerlo, si encima tengo que hacerlo con agua fría... tiemblo sólo de pensarlo. Me veo yendo de visiteo a casa de la yaya a gorronearle la ducha (lo nunca visto), o incluso a la de los viejos, a ver qué trola se me ocurre para presentarme ahí con el jeto de hombre exitoso total, como la zorra de mi hermana con su puesto en la Caja de Ahorros, no te jode. Claro que ante el placer de potarle encima a mi cuñao, cualquier sacrificio es poco, aunque eso puedo hacerlo tranquilamente cualquier sábado en el bar 'Las joyas de la Castafiore', los muy gilipollas no salen de ahí.

Me he enrollado tanto que ya no me apetece contar las aventuras del finde. Lo único raro que me pasó, el sábado, cuando iba con la pandilla del bar La Grulla al bar El Foro, el capullo del Pakito me puso la zancadilla (ahora dirá que me tropecé yo solo) y fui a pegarme la correspondiente hostia entre dos coches. Pero gracias a eso me encontré una especie de monedero de malla con dos cosas dentro parecidas a pines, con el escudo de un club de golf. Son como pines, pero no pinchan y le falta la cosa que se pone por dentro de la chupa. Mi amigo el Pinrel, que como su padre es constructor lo sabe todo de las costumbres pijas, me ha dicho que se usan en el golf para dejar marcado el sitio donde esté la pelotita, cuando la tienes que quitar por lo que sea.
Lo mejor de todo es que dice que con los pines estos que no son pines podemos conseguir un juego gratis, porque son como un vale por una entrada o algo así.
Voy a invitar al Feo a echar una partida (tengo dos pines de estos), a él siempre le dejan el coche sus viejos y es que el golf ese está en Majadahonda, que es un pueblo de Madrid. El Pinrel nos deja unos palos viejos de su padre, así que compraremos unas litronas y ahí que vamos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Mira imbécil, no te puse la zancadilla. Sabes de sobra que cuando me apetece fostiarte no me privo, además ibas tan ciego que lo raro habría sido que hubieras llegado al Foro sin haberte caído ni una sola vez.
Capullo.

23:32

 

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